Con una sola mirada a una calavera podemos ver a la muerte observándonos fijamente, mirándonos cara a cara desde la profundidad de las cuencas vacías. No es extraño que la calavera humana sea un símbolo prácticamente universal de la muerte. En muchas culturas se considera un recordatorio de nuestra propia mortalidad, un concepto representado por la frase latina "mememto mori", un "recuerdo de mortalidad".